La Organización Mundial de la Salud ha emitido una alerta sobre la rápida propagación de la variante NB.1.8.1 del virus SARS-CoV-2, detectada hasta la fecha en al menos 22 países, entre ellos Egipto, Tailandia, Maldivas y Estados Unidos (Nueva York, California, Arizona, Ohio, Washington y Rhode Island).
Este linaje, derivado de Ómicron, se identificó por primera vez en enero de 2025 y se encuentra actualmente bajo vigilancia de la OMS debido al rápido aumento de casos y hospitalizaciones. Representa más del 10 % de las infecciones mundiales y predomina en Hong Kong y China.
La OMS calificó el riesgo público como bajo, sin evidencia de mayor gravedad en comparación con otras variantes, y se espera que las vacunas existentes sigan siendo eficaces contra esta variante en casos sintomáticos y graves. Los síntomas coinciden con los típicos de la enfermedad, como fiebre o escalofríos, tos, dificultad para respirar, dolor de garganta, congestión o goteo nasal, pérdida reciente del gusto o del olfato, fatiga, dolores musculares o corporales, dolor de cabeza, náuseas o vómitos y diarrea.
No se recomiendan restricciones de viaje ni comerciales, pero se insta a los países a mantenerse alerta, continuar con los esfuerzos de vacunación y monitorear las tendencias de las enfermedades respiratorias. La OMS recomienda que los países se mantengan alerta, se adapten a la evolución de las tendencias epidemiológicas y aprovechen las estrategias de gestión de la Covid-19 para fortalecer los sistemas frente a todas las amenazas de las enfermedades respiratorias. Los Estados deben seguir ofreciendo vacunas contra la Covid-19 de acuerdo con las recomendaciones de la OMS, señaló la organización en un comunicado.
En Tailandia, se notificaron 41.283 nuevos casos al 30 de mayo de 2025, y la variante se está propagando entre varios grupos etarios. La positividad global de las pruebas ha alcanzado el 11%, la más alta desde julio de 2024, pero el virus carece de un patrón estacional claro, lo que complica las labores de vigilancia. La evidencia hasta el momento sugiere que la variante NB.1.8.1 podría propagarse con mayor facilidad y eludir parcialmente la inmunidad derivada de infecciones previas o vacunación. Estos factores podrían explicar su aumento en los datos de secuenciación, se explicó.
El SARS-CoV-2 continúa evolucionando, y entre enero y mayo de 2025, se observaron cambios en la dinámica global de las variantes del SARS-CoV-2. A principios de año, la variante más prevalente rastreada por la OMS a nivel mundial fue la XEC, seguida de la KP.3.1.1. En febrero, la circulación de la XEC comenzó a disminuir, mientras que la de la LP.8.1 aumentó, convirtiéndose esta última en la variante más detectada a mediados de marzo. Desde mediados de abril, la circulación de la LP.8.1 ha disminuido ligeramente a medida que aumenta la detección de la variante NB.1.8.1, señaló también la OMS.
El seguimiento continuo de las variantes y la transmisión del SARS-CoV-2 es esencial, especialmente porque la capacidad de vigilancia se ha reducido en muchas regiones, advirtió también la OMS, insistiendo en que la vacunación sigue siendo fundamental para esta estrategia, por lo que insta a los gobiernos a priorizar la inmunización, especialmente entre los grupos de alto riesgo.